A menudo usamos la expresión “ Es que no me da tiempo” para excusarnos de no poder realizar las actividades que teníamos asignadas, o para no generar hábitos que complementen nuestra calidad de vida, cómo el deporte, la lectura y hasta el ocio en el buen sentido; sin embargo, si nos ponemos a analizar, podemos darnos cuenta de que realmente el problema no es el tiempo si no la mala administración del mismo, así cómo la organización al momento de planear nuestro día, pues bien aquí te tenemos 5 trucos que te harán sentirte satisfecho al darte cuenta de todo lo que puedes hacer si logras organizarte correctamente.

1. Reduce el trabajo rutinario.

El trabajo rutinario es el mayor responsable de los pormenores del trabajo. En la oficina, se manifiesta con mucha frecuencia en las tareas de poca importancia (que demandan mucho tiempo), trabajo duplicado por error o procesos largos para localizar información u obtener aprobaciones. Si no tenemos claridad sobre quién hace qué y para cuándo, dedicamos gran parte del tiempo a tareas que no son nada productivas.

2. Aprovecha los momentos de mayor productividad.

A algunos de nosotros nos resulta muy satisfactorio trabajar por la mañana y podemos centrarnos en las tareas más fácilmente. Otros prefieren ponerse a trabajar después del almuerzo. Saber cuándo eres más productivo puede ayudarte a programar y estructurar mejor tu día.

Una vez que hayas identificado tus horas de mayor productividad, intenta bloquear “tiempo para la concentración” en tu calendario. De esta manera, en lugar de programar reuniones frecuentes y dispersas, tendrás un calendario optimizado para aprovechar las horas de mayor productividad y centrarte en el trabajo clave. 

3. Evita realizar varias tareas a la vez.

Dato curioso: los humanos, en realidad, no somos buenos para hacer varias tareas a la vez. Cuando intentas hacer dos cosas juntas, tu cerebro procesa la información para ambas tareas más lentamente. Como consecuencia, en vez de hacer una cosa bien, terminas haciendo dos cosas no tan bien.

Para evitar realizar varias actividades juntas y aumentar la productividad, céntrate en una tarea a la vez. Asegúrate de tener tiempo suficiente para dedicarlo al trabajo profundo, sumergirte de lleno en tus tareas y alcanzar un estado de fluidez pleno. 

4. Prioriza el trabajo importante.

La comprensión de cómo se conecta el trabajo diario con los objetivos de la empresa o con las iniciativas del equipo es un componente crítico de la productividad efectiva en el trabajo. Tener claridad te ayudará a priorizar los trabajos de manera más efectiva para abordar primero el trabajo de mayor impacto.

5. Reduce la cantidad de notificaciones.

Para poder concentrarte en tu trabajo y obtener los mejores resultados, necesitas eliminar las distracciones. Las notificaciones son una de las principales causas de distracción, ya sean notificaciones productivas, como emails, mensajes de Slack o notificaciones que no están relacionadas con el trabajo, como los mensajes de texto o las que recibes de las redes sociales.

No necesitas aislarte por completo para aumentar la productividad en el trabajo. Solamente, debes buscar herramientas que ofrecen funciones como “posponer” o “no molestar”. De ese modo, puedes dedicarte al trabajo profundo sin preocuparte de que una notificación inoportuna te saque de tu estado de fluidez.

Cuando te das la oportunidad de mejorar tu productividad y aprovechar al máximo tu tiempo, te liberas del estrés y puedes abrir un panorama hacia nuevas actividades de recreación que anteriormente no podías realizar por la falta de organización.

En SHQ nos preocupamos porque nuestros colaboradores tengan mayor calidad de vida y disfruten cada parte de su entorno laboral y personal, te invitamos a aplicar estos tips en tu día a día ya que somos testigos del gran resultado que se puede obtener con pequeños cambios.