Durante el 2020, con el inicio de la pandemia por Covid-19, la industria de los cosméticos fue una de las que más afectadas se vio, tanto por el cambio en la rutina, como por la reducción en ingresos que sufrió gran parte de la población.  Ahora, dos años más tarde, estamos viviendo una reactivación social y económica, sin abandonar por completo algunos de los hábitos que explotaron durante la pandemia. Por lo tanto, la industria de los cosméticos ha iniciado su recuperación, y lentamente continúa con su crecimiento, aprovechando las tendencias que han quedado marcadas por los valores que los consumidores han seguido desarrollando. 

La tendencia del skin-care 

Durante la pandemia, mientras que muchos productos de belleza bajaron en la lista de prioridades de los consumidores, los productos de cuidado personal subieron, una consecuencia natural del enfoque que la población comenzó a darle a la salud. Dentro de esta categoría que ganó tanta fuerza, sobresale el cuidado de la piel, fácilmente identificable por la tendencia de las rutinas de skin-care. Muchísimos consumidores se han puesto a estudiar acerca de los funcionamientos y usos de ciertos productos para la piel, y cómo combinarlos para obtener efectos personalizados y eficientes. Muchos de ellos están tan involucrados en esta materia, que están más abiertos que nunca a nuevos productos, y están dispuestos a pagar por ellos.

Las compras en línea 

Como todas las industrias, la de los cosméticos tuvo que adaptarse a las condiciones que vivimos durante la pandemia. Esto principalmente se vio reflejado en un incremento sustancial de compras en línea. Particularmente para la industria de los cosméticos, esto vino acompañado del desarrollo de tecnologías como la realidad aumentada, para permitir a los consumidores hacer un preview de los efectos de los cosméticos que estaban comprando. 

A pesar de que la situación de la pandemia está avanzando favorablemente, con menores tasas de contagios, más vacunados y personas saliendo cada vez más, no abandonaremos definitivamente lo que sucedió en estos años. Muchas personas siguen prefiriendo el trabajo remoto, y se han acostumbrado a las ventas en línea a tal grado, que probablemente seguirán haciéndolas. Las compañías de cosméticos tendrán que encontrar una modalidad híbrida, aprovechando la reactivación, pero conservando los nuevos hábitos de consumo y tecnologías que surgieron durante la cuarentena. 

Ética en la industria de los cosméticos 

Una de las tendencias más importantes para los consumidores no cambió en lo absoluto durante la pandemia. Más que nunca las personas están interesadas en productos que tengan un impacto ambiental reducido, que hayan sido producidos de manera justa, y que se hayan desarrollado sin crueldad animal. Se espera que durante los siguientes años, estás preferencias sigan creciendo, al igual que el número de consumidores que están dispuestos a pagar más dinero por esta clase de productos. 

Como es la experiencia para muchos negocios en este momento, las empresas de cosméticos están viviendo un emocionante proceso de reactivación. Tendrán que familiarizarse a los aspectos de los consumidores que han cambiado durante este tiempo, e identificar los que se han mantenido. Estas tendencias sólo se fortalecerán en los próximos años, y este es el momento de aprovecharlas.