¿Recuerdas cómo realizabas tus compras antes de que existirán los comercios electrónicos también llamados ecommerce? 

Anteriormente solíamos comprar mediante tres modalidades principalmente; 

1. Compras directamente a través de vendedores que nos ofrecían productos a través del contacto directo (telefónico o presencial) desde la comodidad de nuestra casa. En ocasiones esta compra no estaba planeada, sin embargo surgía la necesidad en el momento.

2. Compras de catálogo, las cuáles consistían en la oferta de productos o servicios a través de un vendedor mediante catálogos que podíamos conservar y contactar posteriormente.

3. Compra tradicional, que es aquella compra física en la que acudimos a la sucursal a buscar el producto o servicio y comprar o contratarlo. En este caso encontramos menos limitaciones que en los anteriores ya que podemos visitar varios negocios y realizar más fácil comparaciones.

A estas modalidades de compra se ha integrado la compra en línea, en la cuál no necesitamos salir de nuestras casa para comprar lo que necesitamos, o incluso podemos estar en cualquier parte. Es impresionante lo rápido que el ecommerce ha evolucionado, pues aunque parezca algo simple o sencillo ha desencadenado la apertura de nuevas empresas y ha hecho que los compradores depositemos nuestra confianza en ciertas plataformas al ingresar los datos de nuestras tarjetas en ellas.

Dentro de la modalidad de compra en línea hay dos ramas, está la compra en la tienda virtual del negocio, es decir cuando entras directamente a la página de una marca y puedes adquirir sus productos o bien, los marketplaces que compilan un sin fin de productos y  marcas en una sola plataforma, un ejemplo son amazon y mercado libre.

Las empresas han tenido que integrar nuevas herramientas digitales que acompañan a un ecommerce, desde página web o redes sociales, mudando sus operaciones de atención al cliente y servicio a estos medios, aunque para algunos comercios fué complejo este cambió, para muchos representó incluso una nueva oportunidad de crecimiento y expansión.

A continuación te mostramos un listado con las ventajas y desventajas que consideramos más importantes de la compra en línea.

Ventajas:

• No hay que hacer colas para comprar.
• Acceso a tiendas y productos en lugares remotos.
• No es necesario tener una tienda física para comprar y vender.
• Lo anterior hace que no sea tan importante para la venta el lugar donde esté ubicada la tienda.
• Es posible ofrecer y encontrar una gran cantidad de opciones.
• Las tiendas online están disponibles todos los días a todas las horas.
• Compra inmediata de productos digitales de descarga (software, libros electrónicos, música, películas, etc.)
• Facilidad para crecer y ofrecer más y mejores productos y servicios.
• No hay limitaciones ni condicionamientos de espacio, lo que permite tener más productos disponibles.
• Facilidad y rapidez para comunicarse.
• Personalización de la compra y de la experiencia de cliente.
• No hay necesidad de manejar dinero en efectivo.
• Transacciones y contrataciones rápidas y eficientes.
• Facilidad para gestionar el inventario, de forma que los clientes saben en el momento si está disponible lo que buscan. Para los vendedores es también una ventaja importante poder reponer antes de que se agoten las existencias.
• Reducción de gastos de personal.
• Posibilidad de encontrar más clientes o de localizar mejores tiendas a través de los buscadores.
• Posibilidad de comprar y vender productos más raros o menos comerciales, pero que tienen su cuota de mercado.
• Capacidad para hacer un seguimiento exhaustivo del producto durante el transporte.

Desventajas:

• Falta de comunicación y relación personal.
• Imposibilidad de probar el producto antes de comprarlo.
• Es imprescindible tener un dispositivo desde el que conectarse a Internet.
• Miedo a los pagos fraudulentos, a las estafas y al robo de la información personal (hackers).
• Dependencia absoluta de Internet
• Existen costes adicionales que, en la mayoría de los casos, tendrá que asumir el vendedor.
• Incomodidad para las devoluciones.
• Retraso en la recepción de los productos (como mínimo un día).

En SHQ, buscamos adaptarnos a esta nueva era digital que está creciendo de una manera exorbitante, por ello, aunque por ahora no contamos con un ecommerce, hemos desarrollado herramientas que permiten a nuestros clientes y clientes potenciales comprar fácilmente a través de internet sin descuidar la necesidad de comunicación con un ejecutivo de ventas especializado que te permite aclarar cualquier duda y conocer las características de cada uno de nuestros productos para encaminarte a realizar una compra exitosa y con la cual te sientas satisfecho. 

Seguimos mejorando estas herramientas e integrando nuevas tecnologías para ofrecerte el mejor servicio.